Lego y Canica fueron rescatados de la calle en un estado absolutamente deplorable, estaban más cerca de irse que de quedarse con nosotros, pero teníamos que intentarlo, como todo ser
¡Hola! Mi nombre es Margarita y os voy a contar mi historia, que tiene un comienzo triste pero un final muy feliz. Cuando era muy chiquitita, con apenas dos meses,